viernes, 29 de marzo de 2019

Ítaca II - Las Estrellitas de mi Cielo - El Duelo

...Ítaca me has dado un bello viaje
Sin ella nunca lo hubiera emprendido
pero no tienes más que ofrecerme...


En la anterior entrada del blog hablé sobre aceptar, "disfrutar" para luego soltar todo tipo de emociones, sensaciones y sentimientos que cada una de nuestras experiencias que este viaje llamado vida nos pudiese traer. Algunas de ellas son y serán más duras y difíciles que otras, dicen que sanar es cuestión de tiempo, se refieren al tiempo del duelo por la perdida.
Una recomendación: no nos sumamos en la depresión, se tiene que hacer un espacio a la comprensión y aceptación de lo inevitable... and let it go. Esto se complica cuando te trae angelitos que sin culpa o responsabilidad tocan tu vida, aquellos que no tienen la voluntad de irse. Ellos se quedan grabados en tu corazón, es más doloroso aún, y toma, quizás, un poco más de tiempo el aceptarlo.


Continuarás con tu viaje, aunque te cueste soltar la soga que te mantiene en ese muelle, en ese puerto, conforme te vayas lo observarás a los lejos, quizás sonrías con melancolía. Es tiempo de partir hacia más Ítacas.


ELLA
Un angelito tocó mi vida y pude desplegar en Ella toda mi dedicación, atención, devoción... amor, tal como ella me enseñó con su ejemplo, sí, hablo de mi madre. En Ella repliqué el amor que mamá me dio. Tenerla junto a mi fue como estar bajo un sol hermoso que iluminaba un verde prado lleno de flores que con la brisa traía un aroma de paz y esperanza. Despertar cerca a Ella y sentir su alegría era como el rocío de la mañana, fresco, limpio, nuevo, como un llamado de atención diciendo que tras la noche el sol vuelve a brillar, y que puedes empezar todo de nuevo.

Y es que esto es lo que causan los niños en la vida, son fuente de esperanza y amor.

Fue fácil amarla, amar esos tiernos ojos que sólo querían jugar, tener atención, aprender y dar y recibir amor.
Cómo olvidar aquellos abrazos y besos espontáneos, esa carita y su dulce voz diciéndome: "te quiero, Clau, cuando te conocí me puse nerviosa, pero ahora te quiero". 
Me ganó totalmente cuando una vez saliendo de tottus una señora le dijo a su hijito mira "ahí está la mamá, el papá y los hijitos" y Ella le dijo a su él: "papi, Claudia no es mi mamá, pero si lo quiere creer, que lo crea" y me miro con sus ojitos alegres mientras daba brinquitos, a eso le agregó al llegar a la casa "Claudia, parecemos una familia de verdad, ¿no?" mientras la ayudaba a ponerse sus zapatitos y cargaba las cosas pesadas de ambas, ese creo que fue el día más feliz de mi hasta ahora vida, no hay nada más puro que el amor de los niños.
Algo que debo tener grabado es el jalón de orejas que me dio cuando una vez estaba yo prendida del cular y me dijo: "Clau, deja el celular que estamos viendo vídeos", le dije: "perdón mi nena, sabes que te quiero mucho, ¿no? No más celular!", y Ella agregó: "A mi me gusta estar contigo, Clau, te quiero mucho"...nos abrazamos fuerte y dimos besitos... Me avergoncé terriblemente porque hice lo que me había prometido no hacer jamás, cambiar a alguien importante por un aparato. Ella merecía mi total y absoluta atención, era SU/NUESTRO tiempo. Ahora que no la tengo me arrepiento delos momentos que perdí. Y esto es lo que pasa, ¿no?. Nos damos cuenta de la pérdida cuando no hay más que hacer.


Ellos, TODOS. 
Con ellos me sentí niña, madre y tía, sacaron lo mejor de mí. Con temor ejercí un rol que quizás no me competía, pero que con todo mi amor y todo mi ser estaba dispuesta a ofrecerles. Compartimos maravillosos momentos, jugamos en los columpios y en la piscina a los delfines y entrenadores, les enseñe que además de delfines hay bufeos, que son los delfines del río y son de color rosado, les conté cuentos para dormir, también dibujamos y coloreamos (sus dibujos están en mi oficina, los muestro con orgullo), miramos las estrellas y las nubes en la noche recostados en el saltarín, caminé en 4 patas haciendo de caballo...aunque más parecía un pony (jaja, porque soy chiquita), ayudábamos a la abuelita a cocinar. Con Ellas nos peinábamos...nos hacíamos lindas trenzas con flores, limpiábamos y ordenábamos....la lista es larga pero se resume en: Los amé, los amo.

You'll always be on my mind, Estrellitas de mi Cielo. Oraré por ustedes, por su bienestar, para que las personas que se acerquen a sus vidas cuiden sus corazones, que no les quiten los obstáculos porque eso los hará fuertes, pero que estén para ustedes cuando necesiten una mano. Estaré para ustedes aunque no esté.

Es tiempo de continuar el viaje hacía mis Ítacas, pero sin olvidarlos, porque los amores más puros no se olvidan, se atesoran.


... Hasta pronto.


Claudia.








   

jueves, 14 de marzo de 2019

Ítaca I - Inicio de un diario de viaje

Empezaré con el poema "Ítaca" de Constantino Cavafis porque es el poema que inspiró el nombre de mi blog:

Mantén a Ítaca siempre en tu mente
llegar allí es tu destino
pero no tengas la menor prisa en tu viaje
Es mejor que dure muchos años
y que viejo al fin arribes a la isla
Rico por todas las ganancias de tu viaje,
sin esperar que Ítaca te vaya a ofrecer riquezas
Ítaca te ha dado un viaje hermoso
sin ella no te habrías puesto en marcha
pero no tiene ya más que ofrecerte
aunque la encuentres pobre
Ítaca de ti no se ha burlado
Convertido en tan sabio y con tanta experiencia
ya habrás comprendido el significado de Las Ítacas.


El viaje debe ser lento. Lo que cuenta no es llegar a Ítaca lo que cuenta es el viaje, la verdadera Ítaca está en el viaje.

El martes 5 de marzo me llegó una notificación del canal BBVA Aprendemos Juntos, me sugería ver "Versión Completa: La utilidad de lo inútil en nuestra vida. Nuccio Ordine, profesor y escritor". Fue como un bálsamo, como diría mi padre, me hizo reflexionar sobre muchos aspectos de mi vida, algunos aspectos los había obviado, otros ni los había considerado, otros los tenía "under construction" y otros que si he logrado. Fue realmente interesante repasarlos, por cierto, anoté que debo leer nuevamente El Principito, sobre este último reflexiono sobre la importancia de "domesticar", si ven el vídeo lo podrán entender.

Estoy "donde" estoy y soy lo que soy gracias a mis Ítacas, el viaje no ha sido fácil, nada fácil.

De chica hubiese querido teletransportarme a ellas, pero todo lo que no supone un gran esfuerzo no se valora, y eso es algo que he logrado comprender en estos 34 años que tengo, es imprescindible el "rajarse", esforzarse por nuestros sueños y sobretodo disfrutar del camino. Cada obstáculo nos forma de maneras que a veces en un principio no notamos con claridad, hay que agudizar los sentidos practicando la introspección para lograrlo, no hay como el tiempo a solas sin distracción alguna más que quizás la naturaleza para alcanzar el "Oh wow! esto era lo que necesitaba aprender, o esto era lo que logré aprender de la adversidad". En cuanto a los momentos felices, también es necesario estar alertas para agradecer por ellos y por las personas que estuvieron involucradas.

Hoy, en mi viaje, sea lo que pase lo disfruto, no siempre se siente bien, algunas veces me siento frustrada, ansiosa, triste, rabiosa, desolada, angustiada, preocupada, estresada, feliz, completa, maravillada, amada, valorada, engreída, inspirada; pero estas sensaciones, emociones y sentimientos pasan, todos pasan. No me puedo quedar permanentemente con ninguna, ni siquiera con el "completa" porque sería entrar en la tan famosa zona de confort y el viaje a las Ítacas se trata de crecer, aprender, desarrollarse... disfrutar (bueno y "malo").

Continuará... 

Claudia.